La neurociencia explica cómo factores como la luz y la disposición de los asientos pueden afectar al rendimiento cognitivo de los estudiantes.
Si alguna vez has intentado despejarte dando un paseo al aire libre o relajándote junto a una ventana mirando pasar las nubes, has intuido algo que los científicos llevan años investigando: nuestro entorno natural y construido parece afectar a nuestra forma de pensar y sentir.
Numerosos estudios se han centrado recientemente en determinar cómo los factores ambientales pueden afectar a la capacidad de aprendizaje de los niños.
Dichos estudios demuestran que un entorno de aprendizaje bien diseñado complementa la pedagogía y el diseño curricular en base a cuatro factores ambientales que se ha observado mediante la evidencia científica que pueden mejorar o dificultar el aprendizaje.
¿Qué aspectos de las aulas distraen del aprendizaje?
Se han estudiado los numerosos factores que componen el diseño del aula para determinar
su influencia en el aprendizaje. Los factores que más pueden interferir en el aprendizaje son el ruido, la temperatura y (sorprendentemente) la disposición de los asientos.
1. El ruido:
Los efectos de interferencia del ruido durante el aprendizaje -especialmente el ruido que incluye voces (lenguaje)- son bastante profundos en los niños pequeños. La razón más probable es que los sistemas cerebrales que nos permiten filtrar las distracciones y concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos (funcionamiento ejecutivo) todavía se están desarrollando en los niños.
Por tanto, los niños son especialmente vulnerables a la acústica del ruido. Como las interferencias del ruido dificultan que los niños se mantengan concentrados en la tarea, es lógico deducir que tienen efectos generalizados en el desarrollo del aprendizaje.
En Mirplay School hemos diseñado toda una gama de paneles y separadores acústicos que ayudan enormemente a atenuar la reverberación y optimizar la acústica de los diferentes espacios de aprendizaje. Son fáciles de instalar y suponen una solución económica para los centros.
2. La temperatura:
Si la temperatura de un aula o del entorno de estudio en casa está fuera de un rango confortable, puede ser una fuente de distracción o de desconfort que interfiera en el aprendizaje. Una revisión de los estudios que investigan la relación entre la temperatura y los resultados del aprendizaje reveló rangos térmicos ideales para un aprendizaje óptimo situándolos entre 20 y 23,5 grados C, con alrededor del 50 por ciento de humedad.
3. La disposición de los asientos:
Otra fuente de distracción puede ser la disposición de los pupitres y las sillas en el aula. En este caso, los investigadores probaron tres modelos de asientos con diferentes niveles de disposición y demostraron que los alumnos de primaria estaban menos atentos a la tarea cuando los pupitres estaban dispuestos en filas y mejor cuando estaban dispuestos en grupos o en semicírculo.
Otro estudio, sin embargo, sugiere que la mejor disposición debe determinarse en función de la tarea que se vaya a realizar: Las tareas más interactivas se benefician más de las disposiciones interactivas (semicírculo y racimos), y las tareas independientes de las disposiciones independientes (filas).
Teniendo en cuenta las diferentes dinámicas que se desarrollan actualmente en el aula en Mirplay hemos diseñado mobiliario escolar con la misión de flexibilizar los espacios: mesas que encajan entre ellas, gradas, sillas-pupitre fáciles de mover y almacenar que favorecen los entornos más colaborativos.
En resumen, hay muchos aspectos del entorno natural y del que construimos que pueden influir en el 10 y el 15 por ciento de la variación de los resultados académicos. ¿Hacemos que sea positivamente?
Fuente: https://www.edutopia.org/article/science-of-effective-learning-spaces-melina-uncapher