El aula es uno de nuestros lugares de trabajo más importantes. Con mobiliario ergonómico, el aula se convierte en un entorno de trabajo positivo en el que el aprendizaje y el desarrollo personal son el centro. Se trata de crear un entorno variado y flexible que apoye las distintas necesidades y capacidades tanto de los alumnos como de los profesores.
La altura personalizada es importante
La combinación adecuada de pupitre y silla es importante para que el alumno pueda sentarse correctamente. Los pupitres fijos o ajustables en combinación con la silla adecuada, preferiblemente de altura regulable, ofrecen confort al cuerpo y aumentan la capacidad de concentración del alumno.
Promover el trabajo de pie o sentados en taburetes altos, alternado con los momentos de sentarse en sillas, no solo es saludable para los alumnos, sino que también mejora la ergonomía del lugar de trabajo para los profesores, ya que reduce el tiempo que tienen que estar de pie inclinados sobre los escritorios.
La elección del mobiliario adecuado también puede mejorar la ergonomía del lugar de trabajo para otras categorías de personal de la escuela. Las sillas que pueden colgarse de los pupitres facilitan la tarea a los responsables de la limpieza, y los muebles flexibles con ruedas, o las sillas apilables, suelen facilitar el trabajo al responsable de intendencia o al propio grupo escolar cuando hay que reorganizar espacios de aprendizaje.
LaMi versatilidad es una cualidad especialmente importante, tanto para los pupitres y las sillas como en armarios separadores o las gradas, a la hora de crear un aula que respalde el proceso de aprendizaje y en la que el diseño interior pueda adaptarse a las actividades en curso en cada momento.
Cómo elegir el pupitre escolar adecuado
La clave está en elegir un pupitre especialmente desarrollado para el entorno escolar y que disponga de diferentes rangos de altura. La diversidad también la contemplamos en los tiempos de desarrollo y crecimiento de los alumnos pertenecientes a un mismo grupo. Los muebles que se adaptan a los diferentes cuerpos son más amables para todos.
Además, también hay que tener en cuenta que un pupitre de altura regulable permite adaptarlo a la altura adecuada para trabajar sentado o de pie y esto también contribuye a facilitar las diferentes dinámicas en un mismo espacio.
Hay que tener en cuenta también que la elección del escritorio es importante para la ergonomía del sonido, ya que el ruido es lo que se percibe como más molesto en una clase. Los escritorios con superficie de linóleo o con tableros insonorizantes y resistentes de laminado, aglomerado y corcho son una buena elección desde el punto de vista acústico. También se puede optar por instalar paneles acústicos, una solución económica y muy efectiva, en salas con mala acústica.
Los escritorios móviles pueden adoptar diferentes formas y encajar entre ellos para formar mesas de trabajo en equipo gracias a las ruedas integradas en las patas. Es importante que el material de estas facilite el movimiento sin ruido y sin esfuerzo para no alterar la dinámica del grupo.
Aquí puedes ver algunas de las propuestas Mirplay School para aulas escolares:
Cómo elegir la silla escolar adecuada
La silla adecuada es decisiva para que los alumnos adopten una postura de trabajo que no perjudique postura corporal. La silla debe elegirse en función de la edad de los alumnos y, en el mejor de los casos, debe ser regulable en altura, para que los propios alumnos puedan ajustar la altura de la silla en relación con el pupitre, según sus necesidades individuales. Además, si es posible, es mejor elegir una silla con una inclinación que acompañe la natural del cuerpo. Una silla así fomenta el movimiento natural, lo que significa que los alumnos se sienten más cómodos, libres y apoyados para concentrarse mejor.
Cuando nos inclinamos hacia delante sobre un pupitre o un banco, los pies tienden a balancearse hacia atrás. Por ello, se recomienda que las sillas de instituto tengan un reposapiés tanto delante como detrás del asiento para aliviar la tensión. Es preferible que el reposapiés sea regulable en altura para adaptarse a la estatura del alumno.
La profundidad del asiento de la silla también debería adaptarse a la altura correcta. Si el borde delantero del asiento está por delante del pliegue de la rodilla, el asiento es demasiado profundo, y el alumno se ve obligado a sentarse con las piernas estiradas o a deslizarse hacia delante sobre las nalgas, lo que da lugar a una espalda redondeada. Si la profundidad del asiento es demasiado corta, las piernas no reciben suficiente apoyo. La profundidad correcta del asiento se consigue eligiendo una silla adaptada a los alumnos de la edad adecuada.