La expansión urbana, la tecnología y la reciente situación de pandemia mundial han sido elementos determinantes que han contribuido a que nuestra cultura sea cada vez más interior. Es una evidencia que pasamos menos tiempo al aire libre. Los investigadores y escritores ensalzan cada vez más los beneficios que el mundo natural tiene para nuestra salud física, nuestro bienestar mental y nuestro desarrollo intelectual. El defensor de las actividades al aire libre Richard Louv, utilizan el término «trastorno por déficit de naturaleza» para advertir de los efectos negativos de las personas que no están conectadas con el exterior. Por otro lado, a medida que aumentan las pruebas de los beneficios del aprendizaje al aire libre, los educadores reconocen la necesidad de realizar más actividades que permitan a los alumnos explorar activamente el mundo natural.
La naturaleza ofrece una rica variedad de información para despertar la motivación de los alumnos por explorar y descubrir. El descubrimiento activo de los alumnos es esencial para desarrollar la capacidad de observar, evaluar y utilizar la información disponible a su alrededor. Las experiencias al aire libre también implican a los alumnos físicamente, lo que aumenta su nivel de compromiso con la información que están asimilando.
Los beneficios únicos del aprendizaje al aire libre
Con sus estímulos sensoriales, las aulas al aire libre ofrecen a los alumnos una oportunidad única para el desarrollo cognitivo y físico. La conexión con el aire libre preserva el bienestar físico y mental que es el trampolín para hacer progresos académicos. El aprendizaje al aire libre tiene su propio conjunto de seis beneficios que no se pueden obtener en el interior de los edificios:
- Las interacciones físicas en la naturaleza alimentan el compromiso cognitivo
En las aulas al aire libre, los alumnos interactúan constantemente con su entorno. La actividad física mantiene a los alumnos atentos para que puedan moverse y captar la información de su entorno. La actividad física en los niños pequeños está relacionada con el desarrollo de las capacidades perceptivas y mentales, incluido el desarrollo del lenguaje y la memoria. Los niños en edad escolar muestran mejores resultados académicos cuando hay más actividad física. En una reciente revisión de 50 estudios, el Centro de Control de Enfermedades encontró «un total de 251 asociaciones entre la actividad física y el rendimiento académico, que representan medidas de rendimiento académico, comportamiento académico y habilidades y actitudes cognitivas». El hecho de percibir y actuar constantemente crea conexiones en el cerebro que preparan a los estudiantes para afrontar retos novedosos y complejos.
- La variedad en la naturaleza fomenta el pensamiento ágil
El aire libre nunca es el mismo dos veces, incluso en los espacios más planificados. Un animalito en el camino, un pájaro posado en una rama o la textura cambiante de la tierra según el clima del día ofrecen constantemente a los alumnos algo nuevo que encontrar. Todo el entorno proporciona nuevas herramientas y medios para despertar la imaginación y encender la creatividad. Esta variedad fomenta los sentidos agudos y adaptables, abriendo posibilidades para un pensamiento más ágil.
- La enormidad de la naturaleza desarrolla la percepción
La grandeza de la naturaleza facilita el desarrollo cognitivo. En un entorno abierto y natural los ojos deben aclimatarse a los objetos cercanos y lejanos, los oídos deben localizar los sonidos desde todas las distancias y direcciones y los receptores táctiles deben indicar los lugares adecuados para caminar, pararse y alcanzar. La neurociencia nos dice que con esta conciencia sensorial, los patrones eléctricos se disparan a través de las muchas regiones del cerebro responsables del crecimiento intelectual.
- La naturaleza aporta beneficios para la salud
La inmersión en la naturaleza promueve un mayor bienestar físico y una mejor función cerebral. Respirar mejor es uno de los beneficios más inmediatos y fundamentales. La vegetación aumenta la oxigenación celular, elevando los niveles de oxígeno para las mentes en desarrollo. La luz del sol proporciona otro beneficio crítico para la salud, ya que estimula a las células de la piel a crear vitamina D, lo que permite que el sistema inmunológico funcione correctamente. La vitamina D también está vinculada a una serie de otros beneficios, como la salud ósea, la salud cardiovascular y la regulación de la insulina.
- La naturaleza fomenta el bienestar psicológico
Salud mental y naturaleza también van de la mano. Cuando nos sumergimos en un entorno natural, se da un aumento de la producción natural de serotonina, la sustancia química que eleva el estado de ánimo y evita la depresión. Los niveles bajos de esta sustancia química están relacionados con el trastorno afectivo estacional, que se produce en algunas personas cuando disminuye la cantidad de luz diurna.
- Las observaciones directas en la naturaleza conectan a los alumnos con el mundo real
Habitar un entorno natural es convertirse en testigo de primera mano de los procesos naturales. La observación directa es el primer paso para convertirse en un «científico natural»; los alumnos pueden observar, asombrarse y manipular aspectos de su experiencia para ver qué ocurre. Alimentar la pasión por la curiosidad natural lleva a realizar observaciones curiosas, sin que las descripciones de los libros de texto o de Internet las filtren.
Para aquellos centros educativos que cuentan con un acceso cercano a un entorno natural, la silla Z-Tool es el aliado perfecto de la ergonomía y el confort para trabajar en grupo u observar de forma individual, tomando apuntes o dibujando, en la naturaleza.